Mi movilidad Erasmus+ para estudios en Bulgaria: Marta López, ESADA
Marta López, alumna del 3er. curso de Diseño Interiores en ESADA
Movilidad Erasmus+ para estudios en NATIONAL ACADEMY OF ART SOFIA en Sofía (Bulgaria) desde febrero 2024 a junio 2024.
Siempre he sido una persona a la que le encanta viajar, descubrir mundo y, sobre todo, vivir experiencias nuevas, por lo que no dudé ni un momento en querer hacer un Erasmus+. Gracias a esta experiencia, he vivido los cuatro mejores meses de mi vida y los más intensos también, los cuales recordaré por siempre. Pero quien se va de Erasmus+ tiene que estar dispuesto a explotar al máximo esta aventura, y eso es lo que hice.
Mi movilidad Erasmus+ tuvo lugar en Sofía, la capital de Bulgaria. No era mi primer destino ni por asomo, pero la vida me quiso allí, y menos mal. Bulgaria es muy diferente a España, pero no me costó nada adaptarme a ella. Me ganó esta ciudad en el momento en que salí del aeropuerto y vi la montaña de Vitosha tan cerca, que me hizo sentir como en casa, igual que cuando ves Sierra Nevada desde cualquier rincón de Granada. No solo esto me recordó a mi casa, sino que también es una ciudad muy barata, que se puede recorrer andando, y destacaría que, para ser capital de un país, no tiene nada de caos y es muy tranquila. Sofía se quedó con parte de mi corazón.
Tuve total libertad en la universidad de Sofía, que, para no mentir, es lo que yo buscaba en una experiencia Erasmus+. Tras proponerme un proyecto de rehabilitación de una estación antigua de tren, me dejaron el privilegio de entregar la propuesta como quisiera, y por ello mantuve la metodología de la ESADA. Para ellos fue bastante satisfactorio, ya que no están acostumbrados a proyectos tan completos.
Una de las mejores decisiones que tomé para esta experiencia fue alojarme en una residencia de estudiantes llamada Kitchen59. Para mi asombro, el primer día ya estábamos haciendo planes juntos y, al segundo, organizando nuestro primer viaje. Al principio se forman grupos muy grandes, pero recomiendo conocer al máximo número de personas que puedas para más tarde afianzar esa amistad con las personas más afines a ti. La residencia hizo que mi estancia fuera increíble; todos los días teníamos planes diferentes, y convivir con tanta gente es enriquecedor en muchos aspectos.
Normalmente la gente va sola de Erasmus+ (para vivir la verdadera realidad de encontrarse sin ayuda en otro país); sin embargo, yo fui con mi compañera de clase Marian. Aun sabiendo que podía acabar muy mal al tener que convivir en la misma habitación, doy gracias a ella y a mí porque finalmente fuera así. Marian se ha convertido en uno de mis pilares fundamentales, la que me ha cuidado en esta locura, me ha entendido como nadie y estaré agradecida con ella toda mi vida. Ahora nos une la mejor experiencia de nuestra vida y esto es para siempre. Gracias también a Lucía, a Victoria y a Gorka por sacar todo el amor que tengo dentro y gracias al resto de personas que vivieron conmigo esta experiencia.
Dejando los sentimentalismos atrás, mi mayor recomendación para un Erasmus+ es aprovechar para descubrir países nuevos. Para sorpresa de ambas, era muy barato viajar desde Sofía, por lo que tuve el privilegio de conocer 12 países en 4 meses. Disfruté esquiando por las montañas de Bulgaria, haciendo 7 horas de bus hasta Rumanía, enamorándome de Buda y de Pest, de Viena no tanto, dejándome seducir por la paz de Bratislava, descubriendo que existe un país llamado Kosovo, haciendo 20 horas de coche hasta Albania por tal de estar con el chico que me gustaba, haciendo la croqueta en todas las playas de Chipre, pasando un frío terrible en Copenhague, cruzando a Suiza "porque pa lo que queda me cago", haciendo 10 horas de bus por tal de dar una vuelta de hora y media por Grecia, y durmiendo en el aeropuerto por ver el encanto de Bari.
La experiencia Erasmus+ no se termina de entender hasta que la vives y para mí es algo que toda persona debería vivir al menos una vez en su vida. Gracias, Erasmus+, por hacerme crecer como persona, por forjar amistades que serán hogar para toda la vida, por darme la oportunidad de conocer mundo y por hacerme abrazar lo desconocido.