Mi movilidad Erasmus+ para estudios en Sicilia: Raquel Mengíbar, ESADA

Raquel Mengíbar, alumna del 4º curso de Diseño de Interiores en ESADA

Movilidad Erasmus+ para estudios en ACCADEMIA ABADIR en Catania (Sicilia, Italia) desde octubre 2024 a febrero 2025.

Mi experiencia Erasmus en Catania ha sido una de las más enriquecedoras y significativas de mi vida. Desde el momento en que llegué, supe que este intercambio no solo sería una oportunidad académica, sino también una aventura que me permitiría conocer nuevas culturas, viajar a distintos lugares y crear amistades que durarían para siempre. Durante este período, viví experiencias inolvidables, aprendí a desenvolverme en un entorno diferente y crecí tanto a nivel personal como académico. En esta memoria, quiero plasmar los momentos más importantes de mi estancia, los aprendizajes adquiridos y cómo esta vivencia ha cambiado mi perspectiva de vida.

Desde el primer día, tuve la suerte de compartir alojamiento con cuatro compañeras españolas a quienes conocí a través de un grupo de Erasmus formado por estudiantes de España. Esta convivencia fue una de las mejores partes de la experiencia, ya que nos apoyamos mutuamente en todo momento y creamos una conexión muy especial. De todas ellas, Carmen se convirtió en una de mis mejores amigas, alguien con quien compartí innumerables momentos y que sé que será parte de mi vida para siempre.

Además de mis compañeras de piso, formamos un gran grupo de amigos Erasmus, en su mayoría españoles, aunque también conocimos a estudiantes de muchas otras partes de Europa. Juntos, exploramos la ciudad de Catania y participamos en numerosas actividades organizadas para los estudiantes internacionales. Desde cenas temáticas hasta excursiones por Sicilia, cada día era una oportunidad para descubrir algo nuevo y fortalecer nuestras amistades.

Uno de los aspectos más emocionantes de mi experiencia Erasmus fue la posibilidad de viajar. No solo recorrimos la isla de Sicilia, visitando lugares emblemáticos como Taormina, Siracusa, Noto, Módica y Ragusa, sino que también aprovechamos para conocer otras partes de Italia y Europa. Entre nuestros destinos estuvieron Cerdeña, Florencia, Bolonia, Padua, Venecia y Verona; incluso hicimos un viaje a Bulgaria, lo que nos permitió ampliar aún más nuestra perspectiva cultural.

Cada viaje fue una aventura única, llena de anécdotas inolvidables. Dormimos en aeropuertos, improvisamos comidas con bocadillos en estaciones de tren, nos perdimos en calles desconocidas y vivimos momentos que quedarán para siempre en nuestra memoria. Estas experiencias nos enseñaron a adaptarnos a cualquier situación, a resolver problemas sobre la marcha y, sobre todo, a disfrutar de cada instante sin importar las circunstancias.

Desde el primer momento, me sentí como en casa. La calidez de la gente, el ambiente universitario y la energía de la ciudad hicieron que mi adaptación fuera rápida y sin complicaciones. Aunque al principio sentí el miedo natural a lo desconocido, pronto me di cuenta de que todos estábamos en la misma situación y que era muy fácil congeniar con las personas.

A lo largo de estos meses, aprendí muchísimo, no solo sobre la cultura italiana, sino también sobre mis propios amigos y sobre mí misma. Descubrí que, aunque estemos lejos de nuestro hogar, es posible encontrar una familia en las personas que nos rodean. Aprendí a valorar la diversidad cultural, a ser más independiente y a enfrentar los desafíos con una mentalidad abierta y positiva. Gracias a mis compañeros Erasmus, conocí las costumbres de diferentes países, aprendí palabras en distintos idiomas y descubrí nuevas formas de vida. Esta experiencia me permitió abrir mi mente y apreciar aún más la riqueza cultural de Europa.

Mi experiencia en la Universidad de Catania, específicamente en ABADIR, fue excepcional. Desde el primer día, me sentí acogida por los profesores y compañeros, quienes siempre estuvieron dispuestos a ayudarme y resolver mis dudas con paciencia y amabilidad.

Uno de los aspectos que más me sorprendió fue el enfoque práctico de la enseñanza. A diferencia de otros métodos más teóricos, en ABADIR se trabaja de manera manual, buscando siempre el porqué de las cosas y fomentando la creatividad y la experimentación. Este enfoque me permitió desarrollar nuevas habilidades y aprender de una forma más dinámica y aplicada. Además, el ambiente universitario era muy motivador y enriquecedor, ya que tenía la oportunidad de intercambiar ideas y conocimientos con compañeros italianos y de otros países.

La cultura siciliana es fascinante y única. Desde sus tradiciones hasta su arte, cada rincón de Sicilia tiene algo especial que ofrecer. Durante mi estancia, pude apreciar la belleza arquitectónica de sus ciudades, la riqueza de su historia y la hospitalidad de su gente. Cada paseo por Catania era una oportunidad para descubrir algo nuevo, ya fuera una iglesia antigua, una plaza llena de vida o un mercado con productos típicos de la región.

Por otro lado, la gastronomía siciliana fue, sin duda, una de las mejores partes de la experiencia. Probé platos deliciosos como la pasta alla Norma, los arancini, la granita y, por supuesto, los famosos cannoli. La comida en Sicilia es un reflejo de su cultura: llena de sabor, tradición y pasión. Comer en pequeños restaurantes familiares o en mercados locales se convirtió en una costumbre que disfruté enormemente.

Este Erasmus en Catania ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. Me ha enseñado que, incluso estando lejos de casa, se puede sentir el calor de una familia en los amigos que haces en el camino. He aprendido a adaptarme a diferentes entornos, a valorar la diversidad cultural y a disfrutar cada momento con intensidad. He vivido experiencias inolvidables, he viajado a lugares increíbles y he creado lazos que sé que durarán toda la vida.

Además, esta experiencia me ha permitido crecer tanto personal como académicamente. Me ha hecho más independiente, más abierta a nuevas culturas y más segura de mis capacidades. Sin duda, repetiría esta aventura mil veces más y recomendaría a cualquiera que tenga la oportunidad de hacer un Erasmus que lo haga sin dudarlo. Porque más allá de los estudios, un Erasmus es una lección de vida que te cambia para siempre.