Mi movilidad Erasmus+ para estudios en Bulgaria: Marian Moreno, ESADA

Marian Moreno, alumna del 3er. curso de Diseño Interiores en ESADA

Movilidad Erasmus+ para estudios en NATIONAL ACADEMY OF ART SOFIA en Sofía (Bulgaria) desde febrero 2024 a junio 2024.

El 2 de febrero comenzó mi experiencia Erasmus en Sofía, algo que llevaba esperando mucho tiempo, una nueva etapa en mi vida que me hacía mucha ilusión, pero que al mismo tiempo no quería ponerle demasiadas expectativas.

Encontrar alojamiento fue un poco complicado, ya que yo iba con la idea de ir a una residencia de estudiantes, donde hay mucho más ambiente de Erasmus y poder conocer a gente más rápidamente. En ese momento solo había una residencia en toda la ciudad (exceptuando las públicas) que tuviera buenas condiciones, por lo que tenía mucha demanda, y hasta dos semanas antes de irme no tuve la reserva de la habitación. Pero aun así, aunque el proceso sea un poco estresante, ya que hay muy poco plazo entre la resolución definitiva hasta la fecha en la que te vas, te recomendaría que busques la información de alojamiento antes de que te den el SÍ definitivo y que contactes con ellos, ya que pienso que la mejor opción en esta ciudad es que te vayas a una residencia, donde convivirás con más estudiantes.

El transporte público en esta ciudad funciona muy bien, hay tarjeta mensual de estudiantes, hay muchas conexiones entre autobuses, tranvías y metro, y en media hora puedes estar en cualquier parte de la ciudad. Los taxis también son muy baratos en comparación con España. Por lo que moverse por la ciudad no es ningún problema, aunque recomiendo que si vas a vivir en un piso, que esté cerca del centro de la ciudad.

Esta experiencia no la empecé sola, mi amiga y compañera, Marta, y yo empezábamos esto juntas, y las dos íbamos con la mentalidad de conocer a nueva gente y no limitarnos. Aunque en un principio pensaba en vivir esta experiencia por mí misma, a día de hoy no podría haberla imaginado de otra forma, compartiendo estos meses junto a ella. Haber vivido tantas experiencias y haber crecido tanto a nivel personal como en proyección a futuro laboral, ha resultado en que hoy por hoy sea una de mis amistades más valiosas. Aunque ya éramos amigas desde que empezamos la carrera, nunca se sabe cómo puede ser la convivencia, y hemos tenido la suerte de que nos entendiéramos perfectamente.

Para mí, ir de Erasmus significaba cambiar la mentalidad, conocer a nueva gente, tanto españoles como internacionales, conocer nuevas culturas, viajar mucho, aprender a adaptarse a todo tipo de situaciones, afrontar adversidades y, por supuesto, decir sí a todo: a viajar con desconocidos, a hacer planes que nunca harías o ir a lugares que nunca irías. Salir de la zona de confort hizo que descubriera muchas cosas sobre mí y me hizo conocer a mucha gente. Haz todo lo que no harías en tu ciudad, ¿si no es ahora, cuándo?

En Sofía hay muchos estudiantes de Erasmus, y una manera de poder conocer a gente para mí fue ir a los eventos que organizaba la ESN, tanto planes durante el día como fiestas. En esta ciudad puedes salir de fiesta casi todos los días de la semana, las principales discotecas abren de miércoles a domingo, y hay de todo tipo de música, tanto techno, como reggaetón o internacional, y algunas de ellas tienen entrada gratis para los estudiantes de Erasmus.

Ir de Erasmus también significa viajar mucho. Yo he visitado 13 países distintos en 4 meses, al estar ubicado más o menos en el centro y estar bien comunicado, hay muchas opciones para poder viajar y barato, tanto en autobús, como tren, avión, o por tu cuenta alquilando un coche. Y con la tarjeta de la ESN también contamos con algunos descuentos para poder viajar. He ido a sitios como Estambul, Chipre, Rumanía, los Balcanes, etc.

Por último, la universidad. Un dato importante a tener en cuenta es que las clases se dan en búlgaro y no todos los profesores (aunque la mayoría sí) saben hablar inglés, pero al final de una manera o de otra nos comunicábamos con ellos. Al principio tienes que buscarte un poco la vida para entender la universidad, saber a qué edificios tienes que ir y quiénes son los profesores de cada asignatura. El concepto de la universidad es muy diferente a como es en ESADA, pero no son muy exigentes, entienden que estás aquí de Erasmus y te dan muchas facilidades, pero eso no significa que no tengas que trabajar e ir a clase de vez en cuando. También, cuando tuve algún problema, la coordinadora de Erasmus siempre me ayudó a resolver cualquier tipo de problema. Tenía tres asignaturas orientadas a un proyecto (mismo método de trabajo que en ESADA), el cual tuvimos que presentar a final del cuatrimestre, y el resto eran clases teóricas, para las cuales tuve que hacer un trabajo, que se entregaba también al final del cuatrimestre.

Aunque sea un poco caótico el tema de la universidad, al final también acabas aprendiendo la cultura de aquí, otra filosofía de vida. ¡Aquí no existe la prisa y, a veces, llegar tarde está bien visto!

En conclusión, no cambiaría ni una sola cosa de mi Erasmus. He viajado y conocido nuevos países que nunca imaginé visitar, junto a gente que a día de hoy se han convertido en familia. He hecho planes que se salían de mi zona de confort, lo que me ha hecho crecer mucho a nivel personal e, incluso, cambiar mi punto de vista de la vida en ciertos aspectos. Ha sido una de las mejores experiencias de mi vida y he aprendido que incluso de las malas experiencias siempre hay algo positivo que sacar. Para finalizar, una frase que ha marcado cómo he sentido esta experiencia aquí ha sido: “la nostalgia es la prueba de que estás viviendo una vida que vale la pena vivir”. Si se te ha pasado por la cabeza irte de Erasmus, no lo pienses más, hazlo, incluso si te da miedo, ¡merece la pena!