Por naturaleza, las personas vivimos muy llenas de actividades diarias que hacen que nuestra mente no descanse nunca, nuestro cerebro no para hasta cuando dormimos, y la fatiga extrema hace que no rindamos de la misma manera. Esta duda fue el detonante de nuestro proyecto.
¿Por qué no crear una silla que nos permita descansar y apagar la mente, simplemente sin hacer NADA?
Nuestro cerebro mantiene un estado de tranquilidad total en dos ocasiones, cuando tenemos algo que nos protege conscientemente o cuando alguien a quien queremos nos abraza. Esos dos factores fueron muy importantes a la hora de diseñar nuestro producto ¿Qué puede salir si fusionamos los abrazos y algo que nos proteja la espalda?
Según estudios, una persona media pasa el 68,7% del día en casa realizando tareas que generan una carga cerebral, así que ¿Por qué no crear un espacio que nos permita descansar la mente y a la vez sentir ese abrazo relajante?