Oasis es una revisión de la función del botijo. Hoy en día, el botijo tradicional ha caído en desuso y su capacidad de enfriar el agua ya no tiene cabida, por esta razón los artesanos de la cerámica en España han ido cerrando sus talleres pero, pese a ello, hay esperanza para este gran trabajo artesanal.
Estás técnicas todavía ofrecen muchas otras aplicaciones y formas de reinventarse para ser deseables en nuestra sociedad, esta propuesta nos muestra un nuevo uso para la terracota.
Los botijos enfrían el agua porque la adhieren por su superficie y al evaporarse el agua enfría el contenido en su interior, para esta propuesta nos centraremos en que el agua se vaporice desde la superficie y fomentaremos este efecto utilizando una pequeña fuente de calor, una vela.
El mecanismo del nuevo botijo es casi tan sencillo como el anterior, debemos saber que el aire frío puede contener menos humedad en comparación con el aire caliente, por lo que si utilizamos la capacidad de una vela para mover el aire y al mismo tiempo su capacidad para calentar el aire que pasa a través de ella podemos conseguir una corriente de aire con una menor humedad relativa que querrá absorber el agua de la superficie del botijo. Cuando este aire más húmedo se junte con el aire frío, su capacidad de contener agua volverá a disminuir, por lo que lo que se conoce como humedad relativa aumentará, mejorando el confort en una habitación con poca humedad.
La propuesta es aprovechar estos efectos optimizando el diseño para un mejor rendimiento, colocando la mayor cantidad de agua en la superficie donde el aire estará más caliente y dejando un pequeño hueco debajo para que entre el aire frío. Además, esta pieza, al tener una vela también mejoraría el aroma de la habitación y podría utilizar toda la variedad de efectos que tienen las diferentes velas, además de dar ese sutil tono cálido de la luz que produce.